Enfoque de Género en la Gestión del Riesgo de Desastres: Un Imperativo para la Resiliencia Urbana

ENFOQUE DE GÉNERO EN LA GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES: UN IMPERATIVO PARA LA RESILIENCIA URBANA

Perspectivas para incorporar la igualdad de género en la construcción de ciudades resilientes

La gestión del riesgo de desastres con perspectiva de género representa un cambio paradigmático en la forma en que entendemos y abordamos la construcción de comunidades resilientes. Esta aproximación reconoce que los desastres no son naturales y que sus impactos afectan de manera diferenciada y desproporcionada a las mujeres y niñas, profundizando desigualdades preexistentes.

Los desastres no son naturales: una premisa fundamental

Debemos abandonar definitivamente la concepción errónea de que los desastres son «naturales». Esta narrativa desvía la atención de lo que realmente ocurre: los desastres son el resultado directo de la actividad humana, los modelos de desarrollo implementados y las decisiones políticas tomadas o postergadas.

Como señala la evidencia científica, fenómenos como inundaciones, deslizamientos o sequías pueden tener un origen en eventos naturales, pero se convierten en desastres debido a factores humanos como:

  • Modelos de infraestructura inadecuados o inseguros
  • Destrucción de barreras naturales como bosques y manglares
  • Aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero
  • Inadecuada planificación territorial y urbana
  • Gobernanza deficiente del riesgo

El lenguaje importa. Cuando hablamos de «desastres naturales», normalizamos una visión fatalista que inhibe la acción preventiva y minimiza la responsabilidad humana en la generación de riesgos.

Impacto diferenciado: cuando los desastres profundizan la desigualdad

La segunda premisa esencial es que los desastres afectan de manera desproporcionada a las personas según sus condiciones de vulnerabilidad preexistentes. Las mujeres y niñas experimentan impactos más severos debido a:

  • Limitado acceso a sistemas de alerta temprana: Muchas mujeres, especialmente en contextos rurales o de escasos recursos, no tienen acceso a dispositivos móviles o internet que les permitan recibir alertas oportunas. Frecuentemente, el único teléfono del hogar lo lleva el hombre al trabajo, dejando al resto de la familia incomunicada ante emergencias.
  • Roles de género prevalentes: Las mujeres suelen asumir responsabilidades de cuidado de menores, personas mayores y con discapacidad, lo que aumenta su carga durante emergencias y dificulta su evacuación.
  • Mayor tiempo en viviendas precarias: Las construcciones residenciales suelen ser más vulnerables que edificios públicos o comerciales, y las mujeres pasan más tiempo en ellas debido a los roles tradicionales asignados.
  • Violencia y acoso: Durante situaciones de desastre, aumentan los casos de violencia doméstica y sexual contra mujeres. Muchas evitan acudir a albergues por temor a ser agredidas, lo que incrementa su vulnerabilidad.
  • Limitada participación en toma de decisiones: La escasa representación femenina en espacios de poder y planificación les impide influir en políticas públicas que consideren sus necesidades específicas.

Marco de Sendai: una hoja de ruta para la inclusión

El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, que recientemente cumplió su primera década de implementación, representa un avance significativo al reconocer explícitamente la importancia del enfoque de género.

Este acuerdo global establece en sus principios rectores que «la reducción del riesgo de desastres requiere la implicación y colaboración de toda la sociedad y requiere este empoderamiento y participación inclusiva, accesible y no discriminatoria, y debe integrar la perspectiva de género».

Además, en su prioridad 4 sobre aumentar la preparación para casos de desastre, el Marco destaca la necesidad de considerar las necesidades específicas de las mujeres y niñas en los procesos de recuperación y reconstrucción.

Significativamente, el documento reconoce a las mujeres como «actores fundamentales para gestionar eficazmente el riesgo de desastres, así como para diseñar, dotar de recursos y poner en práctica políticas, planes y programas» en esta materia. Este reconocimiento desplaza la narrativa de las mujeres como «víctimas pasivas» hacia su reconocimiento como agentes de cambio esenciales.

La iniciativa Desarrollando Ciudades Resilientes (MCR2030)

Una herramienta valiosa para materializar los compromisos del Marco de Sendai a nivel local es la iniciativa «Desarrollando Ciudades Resilientes» (MCR2030), convocada por la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.

Esta iniciativa, de adhesión voluntaria, ofrece a los gobiernos locales instrumentos para autoevaluar sus capacidades de resiliencia y desarrollar estrategias efectivas. Recientemente, incorporó un Anexo específico sobre igualdad de género e interseccionalidad, que permite a las ciudades evaluar sistemáticamente cómo están integrando la perspectiva de género en sus planes de gestión de riesgo.

La herramienta, estructurada en 27 preguntas alineadas con los 10 aspectos esenciales para desarrollar ciudades resilientes, evalúa dimensiones como:

  • Participación significativa de mujeres en la toma de decisiones
  • Mecanismos financieros con perspectiva de género
  • Planes de inversión pública sensibles al género
  • Detección, seguimiento y alerta temprana con enfoque de género
  • Simulacros que incorporen escenarios específicos para grupos diversos
  • Campañas de sensibilización con mensajes inclusivos
  • Medidas de protección frente a la violencia de género en contextos de emergencia
  • Recuperación y reconstrucción con perspectiva de género

La Red de las Américas y el Caribe de Mujeres para la Reducción del Riesgo de Desastres

Para fortalecer el liderazgo femenino en este campo, desde 2021 opera la Red de las Américas y el Caribe de Mujeres para la Reducción del Riesgo de Desastres, impulsada por la ONU y otras organizaciones internacionales.

Esta red constituye un espacio de diálogo y colaboración para compartir experiencias, intercambiar conocimientos sobre desafíos y oportunidades, generar soluciones innovadoras y promover sinergias con enfoque de derechos humanos e interseccional de género.

Entre sus logros destacan la publicación del documento «Hacia la igualdad de género y el liderazgo de las mujeres para la resiliencia ante el riesgo de desastres en América Latina y el Caribe», que ofrece recomendaciones concretas para incorporar la perspectiva de género en políticas públicas de reducción del riesgo de desastres.

Asimismo, la Red ha contribuido al desarrollo del Plan de Acción de Género para apoyar la implementación del Marco de Sendai, y ha participado activamente en diversos foros regionales e internacionales, impulsando la paridad de género en estos espacios.

Hacia un futuro con igualdad sustantiva

Incorporar efectivamente la perspectiva de género en la gestión del riesgo de desastres no es solo una cuestión de justicia social, sino una estrategia inteligente para construir comunidades genuinamente resilientes. Algunas medidas concretas incluyen:

  1. Datos desagregados: Desarrollar sistemas de información que recopilen y analicen datos desagregados por género, edad y otras variables relevantes para comprender mejor los impactos diferenciados de los desastres.
  2. Presupuestos sensibles al género: Asignar recursos específicos para programas que atiendan las necesidades particulares de mujeres y niñas en contextos de emergencia.
  3. Participación significativa: Garantizar la inclusión activa de mujeres diversas en todos los niveles de toma de decisiones sobre gestión del riesgo, desde la planificación hasta la implementación.
  4. Protocolos específicos: Desarrollar lineamientos para la prevención y atención de violencia de género en albergues temporales y otras instalaciones de emergencia.
  5. Capacitación institucional: Formar al personal de primera respuesta y tomadores de decisiones en enfoque de género e interseccionalidad aplicados a la gestión del riesgo.
  6. Instrumentos de autoevaluación: Implementar herramientas como el Anexo de Igualdad de Género e Interseccionalidad de la MCR2030 para identificar áreas de mejora.

La experiencia de ciudades como Medellín, Colombia, demuestra que es posible institucionalizar el enfoque de género en la gestión del riesgo de desastres. La creación de la Secretaría de las Mujeres, con una subsecretaría específica para la transversalización del enfoque de género en todas las entidades de la ciudad, ha permitido fortalecer técnicamente a los equipos, asignar presupuestos adecuados y desarrollar un Observatorio de Género que analiza datos para informar la toma de decisiones.

Conclusiones

La gestión del riesgo de desastres con enfoque de género no es un lujo ni un agregado opcional, sino un requisito fundamental para construir sociedades verdaderamente resilientes. Reconocer que los desastres no son naturales y que afectan diferenciadamente a las personas según su género y otras condiciones de vulnerabilidad nos permite desarrollar estrategias más efectivas y justas.

Las herramientas, marcos normativos y redes existentes ofrecen oportunidades concretas para que gobiernos locales, organizaciones de la sociedad civil y otros actores incorporen esta perspectiva en su trabajo cotidiano. El desafío radica en pasar de los compromisos declarativos a la implementación efectiva, con recursos adecuados y mecanismos de seguimiento.

Solo cuando logremos que la resiliencia ante desastres incorpore plenamente las voces, necesidades y capacidades de todas las personas, especialmente de aquellas históricamente marginadas, podremos hablar de comunidades genuinamente preparadas para enfrentar los retos del presente y futuro.

Referencias

Red de Mujeres. (2025). Las Mujeres y la reducción del riesgo de desastres. https://www.undrr.org/es/las-mujeres-y-la-rrd

UNDRR. (2015). Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030. https://www.unisdr.org/files/43291_spanishsendaiframeworkfordisasterri.pdf

Sobre la Autora →

Giovanna Osorio Ospina es profesional en Desarrollo Familiar de la Universidad de Caldas y especialista en Gestión del Riesgo de Desastres de la Universidad Católica de Manizales, Colombia. Cuenta con estudios en Reducción del Riesgo de Desastres y Desarrollo Local Sostenible OIT (OITCILO). Actualmente trabaja en temas relacionados con la perspectiva de género en la gestión del riesgo de desastres en el ámbito urbano y es miembro activo de la Red de las Américas y el Caribe de Mujeres para la Reducción del Riesgo de Desastres.

Contacto: giovanna.osorio.o@gmail.com

 

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